Tengo muy pocas referencias de políticos preocupados por el equilibrio de la sociedad entre la vigilancia con fines de seguridad y protección de los intereses de los ciudadanos.
En realidad no conozco a ninguno, pero quiero dejar el beneficio de la duda a favor de los dirigentes latinoamericanos.
Las sospechas de espionaje a la primera ministra de Alemania, y a la presidenta de Brasil, sumado a la liberación de los documentos confidenciales por parte de Edward Snowden el mundo ha conocido el plan de vigilancia de EE.UU. llamado Prism, abrieron un nuevo escenario mundial que aparentemente la clase política latinoamericana parece no advertir.
En América Latina a partir de las relevaciones de Snowden , el equilibrio entre la seguridad , que requiere francamente control y la vigilancia , el seguimiento y la vigilancia que muchas veces debe ser muy intrusivo y la privacidad, han perdido el punto de equilibrio fundamental para el desarrollo de una sociedad moderna.
El cibercrimen es el mayor beneficiario, ha encontrado un espacio claro de desarrollo y en algunos países como Brasil vemos el mejor exponente de esta asimetría.
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